"Mas los bravos que unidos juraron, su feliz libertad sostener; a esos tigres sedientos de sangre, fuertes pechos sabrán oponer"

martes, 25 de octubre de 2011

PANFLETO: "El Tambor de Tacuarí" 4ta publicación.

                                                                              
La Doctrina de las Tricheras

Una fosa. Un hollo. Un pozo longitudinal, de la porfundidad de un cuerpo humano que termina donde apenas se puede asomar la cabeza. Eso es una trinchera.
El refugio, la casa del soldado. El lugar que hace de dios ante las balas, esquirlas y bombas del enemigo. Quizás el templo donde algun desafortunado esboza una sonrisa o algún desanimado llora recordando su hogar.
Son también tumbas. Muerte, arroyos quietos de cuerpos humanos que lentamente se van pudriendo. Despojo de restos, víceras, sangre que se mezcla con barro.
En las trincheras no hay color. Todo es en tonos grices, a lo sumo marrón. Humo, demasiado humo. Un paisaje surrealista que muestra la brutalidad del hombre y el infierno terrenal de una contienda.
Basta con ver las imágenes de la Gran Guerra para entender lo que es una trinchera...
La trinchera es división: Dos bandos.
Un objetivo: Tomar la otra zanja que se defiende.
Un medio: Una oleada de hombres agotados que al grito de guerra se masacran.
Quiero que se entienda bien lo que es una trinchera. No solamente en el sentido militar de la palabra, más bien desde la perspectiva filosófica.
Hace unos dias atrás escuché a un pensador actual, Tomás Abraham, hablar de esto. De la división. De los bandos. De la rivalidad y el choque. La doctrina de la trinchera.
Y hacía bastante que no oía cosas sensatas y argumentadas en los medios televisivos.
El presente "modelo" como gusta autodenominarse el proyecto político iniciado con Kirchner y profundizado con Fernández de Kirchner -o "Cristina" para los adulones- basó su solidificación de las instituciones y el poder mediante la arrogancia, el autoritarismo, y la destrucción del oponente. Es decir, el que piensa ajeno al "modelo" sea o no combativo contra el Gobierno.
Entonces una vez armado el Ejército político con intendentes del conurbando y sus hordas de vagos y mercenarios, sindicalistas, empresarios, organismos de derechos humanos y otras ong, el apoyo o dominio de la opinión pública mediante el manejo casi absoluto de los medios audiovisuales, todo eso se proyectó en desvastar al adversario. Se embistió y denigró a la Iglesia. Al campo, las Fuerzas Armadas (tres de los ejes dominantes de la vida política y social. Hoy ya doblegados), la prensa, el conglomerado amorfo, inestable y oportunista que se llaman "Oposición".
Hoy la Victoria de ese Frente que se logró contruir da señales de no perecer. Al menos por ahora. Bien se sabe que en la política las ansias de poder perpetuo se vuelven en contra para quien las anhela, finalizando con el derrumbe de toda su arrogancia. Ya las leyes de la física nos exponen sus enseñanzas con "todo cuerpo que sube, baja" De esta manera forzar este principio -por así decirlo- y buscar la perpetuación del poder es un medio que tanto a corto o largo plazo harán sucumbir aquella osadía. Así cayeron imperios, reinos, dictaduras, democracias descompuestas, oligarquías. Creo que la cabeza de Luis XVI rodando sobre el polvo nos ilustra al respecto. La de Robespierre quién corrió detrás de un ideal que se volvió vicio, también.
Mediante un discurso faccionista y separatista de "o se està con nosotros, o se está en contra" trazaron una línea divisoria en la sociedad. Por ende se distinguen los adictos - más por conveniencia que por ideal- al "Modelo" y los opositores a dicho proyecto. No hay lugar para la neutralidad. ¡Gravísimo error!
La contienda de dos bandos da lugar a un vencedor. Y éste ya victorioso, tiene el derecho (por fuerza) a disponer de lo que quiere. Traza a libre antojo las condiciones. Sus adversarios ya han sido derrotados.
La Jefa del Modelo Nacional y Popular
Si se entiende esto que digo, se apreciará algo que viene circulando con énfasis en los medios y en el ambiente político. La llamada re-reelección de Cristina Fernández de Kirchner en el cargo de Presidente de la Nación. "¡Van por todo!" exclaman muchos. Y creo que la doctrina de las trincheras impuesta por ellos da validez a aquella advertencia.
Pero bien, ¿como se logró trazar esta división? Hay un fin para ello. La disposición del poder sin ningún tipo de obstáculo. Esta finalidad se ve entorpecida por aquellas voces críticas que pueden advertir de ello. Además de obstaculizar diversos proyectos en el Congreso que tiendan a fortalecer al oficialismo. Entonces si hay algo que molesta, hay que eliminarlo.
Así se montó una horda de Barones- adictos intendentes y funcionarios que manejan patotas y grupos numerosos- esencial para ganar distritos, y rellenar los huecos que pueda haber en actos partidarios; que tienen una finalidad, demostrar a la sociedad o al televidente la fuerza de masas o popularidad del Modelo. Hay algo muy curioso en esos falsos populachos, son siempres las mismas caras.
Sin embargo, los Barones no bastaban. Entonces se corrompieron a varios legisladores. Pero la cosa aún era insuficiente. "¡Hay que ir por más!" Mientras se desplazaba a los opositores que cayeron en una profunda y cómoda siesta después de triunfar en las elecciones legislativas del año 2009, se logró conformar un aparato de propaganda que logre manejar la opinión pública.
De ahí viene el llamado programa televisivo 678. Una aberración repugnante y hasta cómica de la demagogia del presente gobierno. Un grupo de adulones y mercenarios que utilizan un vocablo apenante, ideas indefendibles, argumentos totalmente contradictorios y falaces. En fin. Quien halla visto aquella fiesta sabe a lo que me refiero. Ya Maquiavelo escribió en su "Principe" la importancia de contar con gente adicta que celebre todo. Pero advierte de que en algún momento cambiarán de filas. Todo es cuestión de dinero y combeniencia.
Ganando gran solidez en el área política, vieron la necesidad de proseguir aquella "profundización" en el ambiente de la cultura y la educación. Se conformó entonces un grupo de intelectuales denominado Carta Abierta. Así podrían combatir a hombres y mujeres letrados que denuncien o critiquen con sólidos argumentos los vicios del "modelo". Un montón de interesados que escriben y hablan lindo para convencer o hacer mudar a aquellos que apenas han leído la mitad de un libro, sobre los beneficios y la popularidad del "proyecto nacional".
Pero esto seguía siendo insuficiente. Había que buscar una manera de llegar al común de la sociedad. Respuesta: la televisión y el futbol.
El Estado se adjudicó el control televisivo de aquel deporte realmente popular. Acción que me parece justa, pues ¿porqué razón el ver a tal o cual club tiene que ser a costa de un arancel extra, capaz de ser abonado por sectores más puedientes y no de manera pública? Ahora el abuso no reside en esto que expongo. El vicio se halla en que cada tres minutos aparece la imágen de Cristina Fernandez de Kirchner, los títulos de las obras públicas que hacen y denominar a los torneos competitivos con el nombre de un político difunto. ¡He ahí el oprobio!
La política del "para todos" es tan amplia como la pobreza en el país. Ello consiste en adormecer a la opinión publica con la idea de una economía pujante y sólida que se demuestra en shoppings colmados de compradores, no importa la inseguridad o el crecimiento de las villas miserias. En que cada holgazán tenga dinero sin siquiera costarle una contribución de esfuerzo, ni de exigencias mínimas. No interesa la dignificación que da el trabajo ni la libertad que otorga una mente educada. Tampoco importa que el Estado se auto engañe dibujando caricaturas sobre los datos del INDEC, datos que la realidad de las góndolas desmienten. ¿Y el respeto republicano y las instituciones? Los super poderes, los DNU, el ministro Moreno o Tomada, los casos de un Schoklender, Jaime, Miccelli, las valijas con coimas de Antonini Wilson, el abrupto crecimiento del patrimonio de la señora Presidente. ¡No! nada de eso importa. Tampoco la educación que cambia de programas educativos como se lo hace de ropa interior o que las escuelas estén colmadas de cucarachas y moho. Al igual que la mente de la población juvenil.
¿Y los derechos humanos? Nada parece inquietarse por una Madre de Plaza de Mayo que está involucrada en casos de corrupción, que no paga los sueldos a los empleados de su fundación o que se proclame a favor de ETA y se alegre de ver derrumbadas las Torres Gemelas sin saber las familias que arruinó los escombros que sepultaron a muchos inocentes ajenos a las ideas del deplorable George Bush. Ella sigue siendo la gran defensora de los derechos humanos y amiga del "modelo nacional y popular"
Mientras los vagos de bajos recursos sigan amamantando su ocio con la teta del Estado, mientras el mediocre de clase media pueda seguir llendo a los shoppings o el empresario siga en opulentos negocios con gente afines al Gobierno, nada importa, nada interesa más que eso. Nos olvidamos de todo, nos dejamos engañar y que la fiesta siga hasta que la crisis nos sorprenda. Entonces ahí diremos ¡que se vallan todos! Sin saber que los que vendrán fueron los mismos que apludieron un gobierno ahora derrumbado.
Goebbels probando una de las radios regaladas
Joseph Goebbels, el ministro de propaganda de la Alemania Nazi, desarrolló su programa en función de dominar las áeras políticas, culturales y educativas del país. Así, solo con migajas podría contentar a la población y manejarla sin ningún tipo de obstáculos. El mismo repartía radios que unicamente sintonizaban emisoras oficiales. Curiosamente aquella distribución se llamaba "radio para todos". Aquel sujeto que fuese en contra de las políticas del regimen nacional socialista era un traidor a Alemania y al Fuhrer, una raza inferior y un cobarde desertor.
Esto es parte de la trinchera que todo gobierno autoritario o ambicioso debe, quiere y tiene que instalar.
Es a simple vista el tejido del "modelo nacional y popular". Sujeto a antojo el área política, la cultura y casi la totalidad de los medios audio visuales de comunicación, la victoria está mas que garantizada.
Aquel Frente de victoria logró trazar las trincheras para poner en contra los unos con los otros. En la disputa con el campo casi le cuesta el gobierno, ahora habrá cuatro años mas de ese Gobierno.
Hoy, no se puede pensar o dudar del progreso de las políticas del kirchnerismo. Hoy si se cuestiona la transparencia y efectividad del proyecto de país, entonces se es un golpista, un fascista, un represor; de derecha, criminal, milico o sedicioso. Esta es la ligereza con que tratan a quienes piensan diferente. ¿Acaso la democracia no se basa en la libertad de pensamientos y elecciones como no sea atentado contra el bien público? ¿No está escrito esto en nuestra Constitución? Si, ¿y? Cada gobierno guarda aquella Carta Magna sobre algún cajón del escritorio, dictando por impulso del capricho y de manera estorciba su propia constitución. Es decir, se hace lo que yo quiero.
Luis XIV gritó una día en su palacio ¡El Estado soy yo! Hoy Cristina Fernández de Kirchner parece vociferar ¡La Democracia soy yo!
Esto es lo que generan las trincheras. División. Una contienda entre dos bandos.
Lo triste es que mientras unos son vencidos y otros vencedores, el país se atraza, se empobrece y ya astiados de tanta indignación queremos otro gobierno. Al que se fué nadie lo voto.
Menem no ganó sus elecciones porque la sociedad fuese neo liberal. Salió triunfador porque la economía permitía (momentánemanete y a costa de un precio muy elevado para el país) darse el capricho de viajar al exterior o adquirir productos importados. Hoy, Cristina Fernandez de Kirchner no obtuvo semejante caudal de votos a razón de la sociedad sea progresista, de izquierda o peronista. Esa continuidad se debe a la economía falsamente próspera y aún tragico fresco recuerdo del año 2001. Quizás "el modelo" prosiga, aún bajo el atropello de modificar la Constitción para una re-reelección hasta que el país pague a altísimo costo el precio de aquella fiesta.
Asesinato de Cayo Julio en el Senado
Cayo Julio Cesar dijo: "Divide y vencerás" Creo que allí reside la doctrina de las trincheras. No obstante, dicho emperador saldó con su pecho ensegrentado aquel abuso.






26 de Octubre del año 2011. Mar del Plata.
La Guardia del Sur.

martes, 4 de octubre de 2011

PANFLETO. El Tambor de Tacuari. 3ra publicación


El Terror de la Inseguridad.
Breve exposición sobre la problemática de la seguridad

El Terror de la Inseguridad. Así decidir titular este artículo. La primera palabra quizás, hace retornar los recuerdos del régimen de Robespierre. Un estado social donde las garantías se disolvían tras el filo de la guillotina ejecutada por el capricho del que una vez llamaron "Maximiliane, el Incorruptible". No obstante, lejos de abocarme a la interesante temática que contiene uno de los sucesos más primordiales de la historia, me centraré en un terror, un estado de impune criminalidad que ningún ciudadano ignora ni queda exento. La inseguridad.
Basta con realizar un breve crucero por los informativos radiales o televisivos. Allí se oirá en reiteradas y hasta cansadas veces las palabras "crimen", "homicidio", "motochorros", "narcos", "se dieron a la fuga", "asesinaron", "brutal saqueo", "secuestro", "robos", etc.
Una infinidad de vocablos afluentes que desembocan al mismo río: La inseguridad que hoy azota las garantías ciudadanas.
Hace no muchos años el país vivió una ola de secuestros que llevó a gran parte de la sociedad a movilizarse en repudio ante semejante atrocidad. Se llenaron plazas, calles. Marchas cada vez más abultadas. La sociedad parecía despertar. Apareció un supuesto ingeniero Blumberg que había sido víctima de tanta criminalidad. Perdió a su hijo. La gente se solidarizó y creyó en él. No mucho tiempo después, todo ese personaje que fabuló el pretendido ingeniero fue una farsa - no el homicidio de su hijo-. La sociedad desilusionada volvió a su siesta. Y Blumberg no aparece por los medios hasta el día de hoy.
Un mes atrás esa siesta parecía terminar. El triste final de la pequeña Candela era ese despertar. Pero, a medida que fueron sucediéndose las informaciones mediáticas y la realidad del tema - un supuesto ajusto de cuentas para con la familia- el sueño volvió a ganar.
Quien camine las calles no puede dejar de apreciar los incontables afiches que lamentablemente lucen las paredes, muros y hasta postes de luz. "Justicia para Ariel", "Justicia para Franco", "Justicia por Dardo"... Un sinnúmero de folletos que ya no deberían circular. ¿La razón? Porque los delincuentes deberían estar pagando aquel salvajismo de dejar una persona sin vida. Un proyecto frustrado. Y una familia consumida por el dolor. Dolor que se inflama por la inoperancia de la Justicia que da más garantías a los malvivientes que a los ciudadanos que no atentan contra la ley, ni sus semejantes.
Las leyes son manchas de tinta sobre un papel. No significa nada para quien las viola. Ni para el funcionario corrupto, ni para el ciudadano infractor, ni para un criminal. Son palabras. Y las palabras como bien dijo alguien se las lleva el viento. Un viento que es soplado por la impunidad y el descaro de dejar libres a quienes deberían estar pagando las consecuencias de sus actos.
Hay que poner un fin a esto. Los delincuentes se mueven con absoluta libertad. Esclavizan con su brutalidad a la sociedad presa del pánico. El terror.
Ya nada es seguro. Todo es peligroso. El miedo va tomando asiento en los ciudadanos. Se levantan rejas en las casas. Perros de porte considerable. Alarmas. Seguridad privada para los más pudientes. Y sin embargo, el malviviente logra burlar eso, escupiendo a la ley, y se lleva consigo el botín, y con ello una vida o más.
Si el Estado no otorga garantías ¿qué hacer al respecto?
Aún no entiendo de como la voluntad política tiene la fuerza para esquivar las leyes, engañar a la sociedad y hasta conservarse en el poder, y es incompetente para enfrentar el común reclamo social de la seguridad.
No debe ser algo muy complejo. Basta tener la capacidad y el vigor para actuar.
La comedia y el absurdo de los pretendidos Derechos Humanos debe aplicarse. ¡Basta de discursos! Esos derechos deben ser para los vivos. Nosotros. ¿Acaso el hombre no se organizó en sociedad para regir un orden y hacer perdurar su conservación? El mayor derecho por excelencia es el derecho a la vida. Asegurando los medios para fecundarla cómodamente. Y la seguridad social es un deber y una obligación. Negar y descuidar esto, es un atropello. Un crimen.
Tengo bronca. Demasiada. El nervio quiere trazar su impulso sobre el papel. Lo dejaré. No ocultaré nada. Mi tono va a ser fuerte, lo reconozco. No ocultaré nada al respecto. Diré las cosas con la mayor crudeza y realismo que creo conveniente. Nadie debe escandalizarse por esto. Es así, y lo creo así. De seguro no faltarán los filántropos, los tontos, o los mediocres que me tilden de fascista, represor, criminal o salvaje. Dejaré que aquellos insulsos se expresen, como yo lo haré a mi criterio.
Comenzaré con la breve exposición.
I – Concepción de la inseguridad. Origen y desarrollo.
¿Qué es la inseguridad? Comúnmente la asociamos o la relacionamos a la delincuencia, a los seguidos robos u homicidios que suceden a diario, y a la pasividad de la Justicia para castigar a los culpables. Es todo un ciclo de conceptos afluentes que desembocan al mismo río: la impunidad. Pero hay algo más.
Propiamente dicho la inseguridad es un estado de incertidumbre y de miedo ante diversos sucesos o realidades vigentes. Donde prevalece ese ánimo nervioso de ver peligrar la conservación de la vida o la integridad personal. Donde las garantías se quiebran o disuelven generando una situación inestable y desordenada.
Traído al ámbito social, lo traduciríamos al libre accionar de los delincuentes bajo la estática operatividad de las fuerzas de seguridad y las leyes, que deben garantizar y velar por el orden de la comunidad.
El estado de inseguridad se va acrecentando proporcionalmente al ímpetu o desarrollo de los actores de la inseguridad. Es decir, el malviviente. Cualquiera sea el rubro en que opere o delinca. (Hurto, robos comunes, asesinatos, secuestros, narcotráfico, etc.)
La inseguridad es ya una enfermedad. Realidad muy distinta a la que expresó un alto funcionario del actual gobierno cuando dijo que se está ante una "sensación de inseguridad" y no un estado respectivamente. Tanta torpeza y estupidez no merece ser contestada.
Continuo. Si se comprende a la inseguridad como un cáncer en acelerado estado de evolución, claramente hay que identificar el tumor que la origina. Aquella célula descompuesta que va pudriendo en resto del tejido social. Y sin grandes reflexiones se puede deducir sencillamente que la inseguridad es producto directo de la pobreza. Pues de ella vienen todos los males que se manifiestan en la sociedad, o al menos los mayores.
La pobreza entendida como la insuficiencia de medios para subsistir crea y da origen a la delincuencia. Y ella al estado de inseguridad. Consecuentemente, casi de forma paralela la inoperancia del Estado en su función de garantizar el orden, hacer justicia mediante las leyes y castigar el delito para mantener la armonía en la sociedad, son medios fértiles para hacer más fecundo los efectos de la delincuencia.
Entendida la realidad de esta patología social, el motor que la origina y el abono que la desarrolla, puede advertirse la teoría práctica de cómo enfrentar este agudo mal. Digo teoría en un sentido simple y superficial – se puede decir- porque el combate contra el delito debe ser la elaboración de un serio proyecto conjunto entre las fuerzas de seguridad, las autoridades políticas y la justicia. Cada parte tiene su función. Y cada parte debe cumplirla acabadamente si se quiere llegar a formar el todo. Este todo tiene como fin devolver al ciudadano la garantía de vivir, de regresar a sus casas sin ser acometidos por aquellos vándalos que hoy disfrutan irónicamente de mayores derechos y goces que el individuo justo que no es un criminal.
II- Continuación del mismo tema.
La principal bacteria que gesta esta enfermedad es la delincuencia. Y se entiende por delincuencia la actividad que se ejecuta contra las leyes, el orden público y el orden moral. Dicha actividad es llevada a cabo por un grupo de individuos derivados de la enfermedad madre (la pobreza) que ven en este rubro la manera sencilla y rápida de obtener lo que el trabajo le da a largo plazo. Si a ello agregamos que el malviviente no es perseguido ni castigado, la delincuencia se fomenta y se expande generando el caos y la impunidad que hoy vivimos.
El criminal se forma en un entorno de pobreza. Donde la insuficiencia de medios para subsistir, las privaciones y hasta la discriminación por parte de otros sectores sociales más pudientes van moldeando un modo común de pensar, obrar, expresarse, sentir, etc. Una especie de subcultura con que se lo identifica, se auto representa y hasta se lo diferencia. (Vestimenta, música, expresiones verbales y motrices)
Ese ambiente de miseria y carencias se centraliza en las villas y barrios marginales. He ahí el hormiguero. El bastión del delito. El semillero o la escuela de los malvivientes. Allí reside el baluarte de los narcos, los saqueadores y homicidas.
La delincuencia tiene un objeto. La apropiación violenta de elementos de valor para su comercialización. Sin embargo hay diversos tipos de delincuencia como los medios que las llevan a acabo. Dista mucho un robo sencillo o hurto, de uno a mano armada. De asaltos a bancos que de piratería del asfalto. De saqueos a comercios y viviendas que el narcotráfico. Todos, pese a la desemejanza de unos con otros, todas son contra las leyes y contra la integridad del ciudadano. Todos merecen condena y castigo. Pero no a todos se lo puede juzgar igual ni combatir de la misma forma. Hay que proceder de acuerdo a las características propias del rubro.
III - La realidad de la droga.
No voy a andar con vueltas en este punto. Creo que las reflexiones al respecto son obvias, evidentes y claras. La droga saca lo peor del hombre. Lo vuelve esclavo del vicio, lo manipula, lo ata, lo marchita de apoco, arrastrándolo por los más sucios y oscuros caminos.
Lo hace semejante a un animal. Impulsivo, feroz y despiadado.
La droga es el abono que fomenta la brutalidad del delincuente. Y hasta veces, el motor que lo mueve a delinquir. Muchos se vuelcan al crimen con un solo fin. Drogarse. Mantener en constancia el subyugador efecto del veneno.
Por los efectos de cualquier estupefaciente de nocivas propiedades se ven lo horrores que los diversos informativos publican. Homicidios, violaciones; golpizas a ancianos, embarazadas y niños. Secuestros, tortura, y destrozos. Cualquier tipo de atropellos desmedidos sin ningún tipo de contemplación a quien es víctima de tanta malicia. Sin importar edad, sexo o condición particular como enfermos o embarazadas.
La droga se halla instalada en la sociedad. Cada vez los jóvenes en más temprana edad - y de cualquier condición social- se vuelcan a ella. Son seducidos por tendencias y los efectos alucinógenos de estos químicos mortales.
La droga hace que muchos pierdan la noción de si mismos. Se sienten vacíos. Ven todos sus proyectos frustrados. Todo se vuelve en su contra. Una avalancha de depresión que los aplasta hasta consumirlos.
Entonces cobra vigor el impulso, la violencia, el vicio. Se producen grietas, luego abismos, que terminan rompiendo la armonía familiar o la poca que pudo haber. Por la droga se dejan los estudios, las ilusiones, las esperanzas. Se borra la persona y surge un espectro descompuesto. Que deambula sin rumbo ni noción de nada.
La droga es ya el mal de la sociedad. El cáncer de la cultura. La moda o tendencia que avasalla a adolecentes, jóvenes y hasta adultos. No distingue rango social, profesión ni nada. Como tampoco hace diferencias la muerte. Que es nada menos el único sendero que lleva esta desgracia. No sin antes pasar por un calvario de sufrimiento, agobio y desencuentro.
La droga hay que combatirla. Ella es, como bien dije, el combustible para que un malviviente tome brutalidad es sus delitos. Es la economía de muchos sabandijas. La razón o causa del narcotráfico.
Hay que tomar certeras y efusivas decisiones para fumigar este mal. Antes que siga arruinando a jóvenes y adultos. Antes que logre instalarse de tal manera que sea imposible su erradicación. Los ejemplos de México, Colombia y hasta Brasil dan exponentes ejemplos que como podríamos terminar. Quizás peor. Un negocio que se vuelve poder, y un poder que toma parte en los gobiernos.
Sin embargo, creo oportuno primariamente exponer algunos puntos para luego abordar nuestro tema.


NOTA: Aquí finaliza la primera publicación del presente escrito. En breve será publicado la segunda parte. La Guardia del Sur.
Mar del Plata, 29 de Septiembre del año 2011.