"Mas los bravos que unidos juraron, su feliz libertad sostener; a esos tigres sedientos de sangre, fuertes pechos sabrán oponer"

lunes, 19 de diciembre de 2011

PANFLETO: "El Tambor de Tacuarí" 5ta publicación.


Argentina 2001 - Europa 2011.


Argentina 2001-Europa 2011.
   "la crisis, como la enfermedad, no distingue al grande del pequeño".

Quizás el lector cuando finalize de leer este artículo me tilde de vende patria, o neo liberal o burgués. Cualquier calificativo que hace unos años atrás era abrazado por la sociedad y hoy, tras su fracaso, causan desprecio.
Yo escribo, lejos de querer agradar. Distante también de buscar persuadir. Quien escribe intenta quitarse las astillas que lo inquietan, un desahogo. Y también un medio para que su opinión sea escuchada. Al menos mientras los ojos de un tercero recorran las páginas. Bien se que no cambiará nada.
Hace poco viene circulando por los medios de televisión la comparación entre la Argentina del 2001, y la Europa del 2011. Diez años precisamente, y justamente la mayor conflictividad de la situación esta sucediendo ahora en el mes de Diciembre.

Nunca mas, un inútil.
Considero inoportuno narrar aquella Argentina. Todo jóven y adulto tiene presente las impactantes imágenes de la plaza de Mayo, la policía montada, los zanganos que decían ¡tenemos hambres! y saqueaban computadoras y cerveza, y nada menos que el helicoptero presidencial llevandose el fracaso, y sucediendo la ruina. Cada fotografía, cada fragmento de la memoria colectiva nos ilustra sobre aquel infeliz Diciembre. Cacerolazos, protestas, huelgas, represiones, desentendimientos y el harto grito del "¡Que se vallan todos!" Lo triste es que uno o dos desertaron de aquella fanfarria. El resto forma parte de la mal recilcada política y engrosan las filas del proyecto "nacional y popular" de la "Cristina Eterna", como expresó una mercenaria del 2001 que hoy integra el Frente para la Victoria. ¡Que paradoja!
Bien decía que ultimamente muchos periodistas y hombres de medios están haciendo ese balanse entre la Argentina de hace diez años y la Europa de hoy.
La re-electa Presidente de la Nación en aquellos fetiches discursos hace alución precisamente a esa comparación. Se la ve orgullosa, dando recetas de como manejar la economía, como afianzar la solidez institucional y la medicina para reparar el avanse de una crisis muy aguda. Europa se debe estar riendo de nosotros. La inflación, la desocupación, el imperio de las villas, la delincuencia. No hace falta seguir enumerando nuestras falencias que son más, mucho más de la Europa en caos.
Esa comparación casi rutinaria de los informativos de hoy tiene como base la demagogia. La falsa ilución de que nostros estamos bien y ellos mal. La verdad, que es la realidad, es que Europa esta desastrosamente mal y nostros pesimamente mal. No se que calificativo guarda mayor porción negativa.
Esta venta de fantasias propias de un gobierno demagogo y que improvisa de acuerdo al capricho de su Jefa, van fermentando en la conciencia de los mediocres e insulsos esa tonta creencia de que nostros somos mejores o estamos mejor.
Muchos me dirán que soy un vende patria. Yo me rio de eso.
Tengo por patria a mi país, no a un modelo o partido, ni a aquellos que la destruyen con sus descomponedoras políticas, mudando de ideas como de ropa interior.
Es peligroso pensar que uno es bueno, cuando sobrebunda en falencias. Es trágico afirmarse optimo cuando el pedestal en el que se apoya está echo de arcilla.
Llendo un poco hacia el extremo, el más claro ejemplo de esa fe superior fue sepultada en la Alemania de 1945. Esa ceguera, por fortuna, los convenció de que eran indestructible aún cuando los sovieticos estaban avanzando por las calles de Berlín.
Siempre la soberbia conduce al fracaso. Siempre, no hay exepción.
Además, quienes comtemplamos la Historia y nos gusta sacar algunas enseñanzas, bien está decir que Europa se levanto y reconstruyó luego de dos Guerras Mundiales. Nada menos. Y al poco tiempo, volvieron a disputarse el mundo junto con Estados Unidos.
La Argentina tristemente parece no levantarse ni de las guerras civiles allá por 1820. Repite contianumente el mismo ciclo, de bien, mas o menos, crisis, ruina. Y así susesivamente hasta el día de hoy.
Por algo dos grandes visionarios del país miraron con atención a Europa. Hablo de Alberdi y Sarmiento. Sujetos muy críticables, pero titanes al fin.
Mis ideas no son propias de los que buscan copiar modelos ajenos. Cada uno, cada cosa es como es y dentro de sus capacidades debe desarrollarse.
Pues bien, quien imita termina siendo un bufón, y un bufón nunca puede llegar a principe.
Con el presente artículo intento dar mi mensaje y mi opinión sobre la desprolijidad del presente gobierno. Esta compararción casi orgullosa que hace el Gobierno Nacional y su sequito en las Provincias es muy peligrosa, catastrófica y cuando no el alimento que engorda a los adulones y las piaras.
El recuerdo de la navidad del 2001 permanece fresco. Sus efectos, todavía persisten. No son pocas las familias que aún no se han recuperado, o perdieron todo y hoy deben conformarse con algún plan social.
Es verdad que el kirchnerismo trago solidez y vitalidad a las instituciones. Principalmente rellenando ese vacío de poder que dejó la huida de un inutil. Mientras cada oportunista quería quedrase con la mayor porción de poder, mientras sindicalistas y políticos se disputaban el botín, Kirchner marcó los limites. La economía volvió a fluir, y la realidad comenzó a mejorar.
¿Pero a costa de qué? ¿De que manera? Los mismos que aborrecen el ideal de Maquiavelo del que "el fin justifica los medios" son los que aplauden los medios del kirchnerismo. ¡Otra paradoja!
Alguien escribió una vez que los espíritus mediocres y e indecisos son lo que se conforman con poco, o hacen las cosas a medias. Puede que la política no contemple jamás medios honestos y justos para un sano fin. Hay que ver que pasa con el modelo cuando se apague la luz. Y todo el despilfarro de dinero y desprolijidad política hagan sus efectos.
Quizás en unos años Europa vuelva a recomponerse y a nostros nos sorprenda una nueva crisis; o económica, o institucional, o un gran descontento social. Ojalá que no. Mis mayores deseos es que mi país ocupe el lugar que se merece, no por el mérito de sus gobernantes o la ciudadanía que resultan a donde estamos hoy, y adonde estuvimos. No fueron pocos los hombres que pensaron y dieron nada menos que su vida por una integra nación. Esa no insuficiente razón.
Yo ansío un presente contructivo, y un futuro próspero. No obstante, los indicios del "modelo" ahogan auqellas esperanzas. Espero estar equivocandome.

Mar del Plata, 19 de Diciembre del año 2011. la Guardia del Sur.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Arcángeles sobre el Cielo Austral.




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"Alas emplumadas. Grandes. Enormes. Capaces de cubrir todo un cielo. Los cabellos ligeros y claros acompañan aquel rostro pálido y juvenil. Líneas, curvas y ángulos dibujan un suave rostro con textura hermafrodita. Hermoso, perfecto.
La mirada, serena y guerrera, se clava en el suelo imprimiendo la estampa de una Gloria. Es que debajo de sus pies yace suplicante un oscuro Titán. Lo llaman Lucifer, el ángel caído.
Aquel cuerpo atlético semejante al de un Hércules o Perseo, ostenta la armadura de un centurión romano, y lo envuelve una capa de un rosa claro que se mueve ante el soplo de quien sabe, quizás el viento.
Y la espada, aquella arma que simboliza honor y victoria, apunta firmemente a su víctima. Sin sangre ni mancha, más que el brillo triunfal de vencer.
La hazaña del Príncipe de la Milicia Celestial..."
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El Arcángel es una figura mítico religiosa que según la fe judeo-cristiana, son seres espirituales superiores a los hombres y el resto de los seres celestiales. Su misión, según se aprecia en los relatos bíblicos, consisten en ejecutar o transmitir las misiones o encomendaciones de Dios.
Quizás, la imagen que más impacte, es la de San Miguel a quien los cristianos llaman el príncipe de la milicia celestial. Pinturas románticas los esculpen en la epopeya victoriosa sobre Satanás, el ángel sublevado.
Pero bien, no es mi intención exponer sobre algo que concierne a la fe. Es decir a la creencia de cada uno. Por lo tanto cada cual tendrá sus convicciones al respecto. Todas, absolutamente respetables.
Pero bien me valgo de la figura de un arcángel para rendir mi sentida y profunda gratitud a los soldados alados que cruzaron los cielos australes en el otoño de 1982.
¿Porque razón? La entrega heroica y el valor de aquella estirpe de aviadores merece ser reconocida por los argentinos que hoy, tristemente, ni saben de que se trata. Ni de que se trató.
Muchos pilotos afamados de la historia, como Pierre Closterman as en la II Guerra Mundial, han dedicado su apreciación y admiración hacia aquellos muchachos que cumplieron con su juramente del 20 de Junio de "seguir la Bandera aún a costa de perder la vida".  
Juramento que hoy olvidan el simple obrero y el político que pone su mano sobre la Constitución Nacional. Juramento que no consiste en hacerse matar en guerras, ni fermentar revoluciones, ni levantamientos. Juramento que se traza en la sencillez de hacer patria. ¿Y que es hacer patria? Todavía me lo pregunto, creyendo dubitativamente que tengo la respuesta, sabiendo aún que a mi condición no me satisface.
Pero la Patria empieza en casa, y antes en el corazón y los principios de uno. Creo que ser buena persona es la mejor forma de ser un patriota, se sea o no consiente de los sentimientos de uno para con su país. Pero eso es un tema aparte.
Como joven seguidor de la historia nacional no puedo dejar de sorprenderme y hasta de esbozar con orgullo una marcada sonrisa, cuando las páginas narran las proezas de los pilotos argentinos durante el conflicto del Atlántico Sur. 
En este pequeño artículo ansío saldar esa deuda infinita que hace un individuo cuando se sacrifica por su país. Peligre o no su vida. Los aviadores argentinos, lo han hecho. Muchos a costa de su vida. He aquí mi humilde exposición.

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                "mientras cruce en el cielo un avión,
                  y un piloto argentino lo guié
                 no habrá nadie en el mundo que arríe,
                 nuestro blanco y azul Pabellón"    (Marcha Militar Alas Argentinas).

El reciente otoño de 1982 sorprendía al mundo con una plaza de Mayo abarrotada de gente. Esta vez, no para repudiar al tambaleante y descompuesto gobierno militar que se avecinaba a su ocaso. La ocasión ebullía en fervor bajo banderas argentinas y pancartas que decían. "¡Por fin nuestras!" "¡Las Malvinas son argentinas!" o las interesantes consignas de "Malvinas si, Proceso no".
Ese 2 de Abril la Operación Rosario había sido exitosa. Cerca de la media mañana ondeaba una vez más, después de 150 años, la bandera de Belgrano en el cielo austral.
Aquella misión fue ejecutada de forma impecable. Se recuperó las islas en menos de 24 horas, sin producir bajas en la población civil de las Malvinas, como tampoco en el bando militar británico. Tristemente, cae en combate el Capitán Pedro Giachino tras ser abatido por fuego enemigo cuando intentaba tomar la casa del gobernador inglés en las islas. Punto clave de la defensa de los royal marines.
Pero bien, esa mañana las radios anunciaban una noticia inesperada para los argentinos y el resto del mundo. E inmediatamente el clamor que lamentablemente despierta una guerra, se hiso sentir. La deuda histórica - y justa- se había saldado. Las islas Malvinas volvían a formar parte del territorio argentino.
El gobierno de Galtieri respiró aliviado mientras duró la guerra. La población se olvido del desastre del proceso militar.
Durante todo el mes de Abril, se preparan tibiamente las defensas argentinas ante una posible -y no creída por parte de los comandantes argentinos- invasión británica.
En ese mismo mes la Argentina es derrotada diplomáticamente al verse sin apoyo de los países de gran magnitud como los europeos, la URSS y los Estados Unidos. Quienes se volcaron a favor de Gran Bretaña.
El León insular estaba enviando su fuerza de tareas, una de las más grandes desplegadas en la historia, para reconquistar aquel archipiélago barrido por el viento y el mar.
La planificación por parte de la oficialidad superior de las Fuerzas Armadas argentinas fue deplorable e irresoluta. Efecto decisivo para el resultado de la contienda.
Pero bien, no me abocaré a contar cada suceso de la guerra. Me centraré en mi objetivo. Los pilotos argentinos y sus hazañas sobre los buques ingleses.
Vamos a señalar algo realmente admirable. Los aviones argentinos solamente operaban desde el continente, es decir desde las bases del sur patagónico. ¿Razón? Las pistas que se encontraban en Malvinas no estaban en condiciones para que operaran aeronaves de combate. Eran demasiado cortas y carentes de suministros. Solo podían despegar los Pucará y los Aero Macchi de la Armada. Aparatos despreciables en comparación con los cazas británicos. Sin embargo, no dejaron de ser temidos. Es que un aviador argentino lo tripulaba.
Por ende, desde aquellas lejanas bases del sur despegaban rumbo a sus objetivos, dando como tiempo operativo alrededor de 2 a 3 minutos. ¡Algo asombroso! Nada más.
A mitad de camino, los conocidos Hércules C-130, "las chanchas" como se dice en la jerga aeronáutica, los esperaban para realizar un abastecimiento de combustible en vuelo. Una maniobra poca vista en las aviaciones militares de la historia.
Un Hércules reabasteciendo en vuelo
Volaban al ras del agua. Sin ningún tipo de comunicaciones con el resto de los aviones de las escuadrillas o las bases del continente. Sus instrumentos de navegación estaban apagados para no ser detectados por los radares o aviones enemigos. Por lo tanto, solo se guiaban con un cronómetro y una brújula náutica en el aparato. ¡Más que asombro!
Las fieras olas del Atlántico Sur mojaban una y otra vez, las ventanillas de las aeronaves. Complicando la visibilidad y cuando no, corriéndose el riesgo de ser tumbados por el incesante oleaje marino.
El temible Harrier inglés
Cabe destacar además, la importante inferioridad tecnológica que abría una brecha considerable entre las fuerzas del aire argentinas y británicas. Las segundas, ostentaban los modernos aviones de combate Harrier y Sea Harrier (este podía despegar de forma vertical sin la necesidad de tomar carrera para su despegue, además poseen gran maniobrabilidad y agilidad en vuelo) armados con misiles aire-aire Sidewinter otorgados por los EEUU. Dicha arma bastaba ser disparada de cualquier punto del avión que buscaba por sí solo el blanco. Mientras que las fuerzas argentinas debían ubicarse en posición de combate y de allí disparar o con las coheteras (medio obsoleto para los combates en el aire)  o con sus misiles.
Otra cuestión a considerar era que, según el escritor Pablo Camogli, alrededor del 70% de las bombas argentinas no detonaban contra sus blancos. ¿La razón?
Bien dijimos con nuestros aviones debían volar al ras del agua para no ser detectados por los radares enemigos. Echo que genera que las bombas no exploten, pues estas armas necesitaban de una altura mayor para su activación. Además, se le colocaron espoletas de retardo de modo que si estallaban, la explosión no arrastrara a las aeronaves argentinas. De esto modo, puede apreciarse las imágenes de los buques enemigos con un orificio de lado a lado, producto de las bombas que no detonaban. El almirante inglés Woodward contó varias veces que si las bombas hubiesen estallado al impactar, probablemente "debiéramos regresar a casa" según sus palabras.
En éstas imposibles condiciones tripulaban los aviones nuestros pilotos.
Pero ambos bandos sabían que quien dominara el aire ganaría la guerra. La balanza a primera vista estaba volcada hacia el bando británico. No obstante había que probar en combate aquella apreciación.

    
Un A4-Q SkyHawk de la Armada Argentina con sus bombas
.
Un A4-C de la Fuerza Aérea Argentina reabasteciendose
.
El IA-58 Pucará de fabricación nacional
Pilotos de Combate de la Fuerza Aérea Argentina.
Pilotos del cazabombardero Dagger.
3ra Escuadrilla de Caza y Ataque de la Aviación Naval.
El terror de los ingleses. Un aviador argentino.
 NOTA: En la brevedad será publicada la segunda parte del artículo haciendo mención al desempeño en combate y las operación ejecutadas por parte de la aviación argentina en la guerra de las islas Malvinas.

martes, 25 de octubre de 2011

PANFLETO: "El Tambor de Tacuarí" 4ta publicación.

                                                                              
La Doctrina de las Tricheras

Una fosa. Un hollo. Un pozo longitudinal, de la porfundidad de un cuerpo humano que termina donde apenas se puede asomar la cabeza. Eso es una trinchera.
El refugio, la casa del soldado. El lugar que hace de dios ante las balas, esquirlas y bombas del enemigo. Quizás el templo donde algun desafortunado esboza una sonrisa o algún desanimado llora recordando su hogar.
Son también tumbas. Muerte, arroyos quietos de cuerpos humanos que lentamente se van pudriendo. Despojo de restos, víceras, sangre que se mezcla con barro.
En las trincheras no hay color. Todo es en tonos grices, a lo sumo marrón. Humo, demasiado humo. Un paisaje surrealista que muestra la brutalidad del hombre y el infierno terrenal de una contienda.
Basta con ver las imágenes de la Gran Guerra para entender lo que es una trinchera...
La trinchera es división: Dos bandos.
Un objetivo: Tomar la otra zanja que se defiende.
Un medio: Una oleada de hombres agotados que al grito de guerra se masacran.
Quiero que se entienda bien lo que es una trinchera. No solamente en el sentido militar de la palabra, más bien desde la perspectiva filosófica.
Hace unos dias atrás escuché a un pensador actual, Tomás Abraham, hablar de esto. De la división. De los bandos. De la rivalidad y el choque. La doctrina de la trinchera.
Y hacía bastante que no oía cosas sensatas y argumentadas en los medios televisivos.
El presente "modelo" como gusta autodenominarse el proyecto político iniciado con Kirchner y profundizado con Fernández de Kirchner -o "Cristina" para los adulones- basó su solidificación de las instituciones y el poder mediante la arrogancia, el autoritarismo, y la destrucción del oponente. Es decir, el que piensa ajeno al "modelo" sea o no combativo contra el Gobierno.
Entonces una vez armado el Ejército político con intendentes del conurbando y sus hordas de vagos y mercenarios, sindicalistas, empresarios, organismos de derechos humanos y otras ong, el apoyo o dominio de la opinión pública mediante el manejo casi absoluto de los medios audiovisuales, todo eso se proyectó en desvastar al adversario. Se embistió y denigró a la Iglesia. Al campo, las Fuerzas Armadas (tres de los ejes dominantes de la vida política y social. Hoy ya doblegados), la prensa, el conglomerado amorfo, inestable y oportunista que se llaman "Oposición".
Hoy la Victoria de ese Frente que se logró contruir da señales de no perecer. Al menos por ahora. Bien se sabe que en la política las ansias de poder perpetuo se vuelven en contra para quien las anhela, finalizando con el derrumbe de toda su arrogancia. Ya las leyes de la física nos exponen sus enseñanzas con "todo cuerpo que sube, baja" De esta manera forzar este principio -por así decirlo- y buscar la perpetuación del poder es un medio que tanto a corto o largo plazo harán sucumbir aquella osadía. Así cayeron imperios, reinos, dictaduras, democracias descompuestas, oligarquías. Creo que la cabeza de Luis XVI rodando sobre el polvo nos ilustra al respecto. La de Robespierre quién corrió detrás de un ideal que se volvió vicio, también.
Mediante un discurso faccionista y separatista de "o se està con nosotros, o se está en contra" trazaron una línea divisoria en la sociedad. Por ende se distinguen los adictos - más por conveniencia que por ideal- al "Modelo" y los opositores a dicho proyecto. No hay lugar para la neutralidad. ¡Gravísimo error!
La contienda de dos bandos da lugar a un vencedor. Y éste ya victorioso, tiene el derecho (por fuerza) a disponer de lo que quiere. Traza a libre antojo las condiciones. Sus adversarios ya han sido derrotados.
La Jefa del Modelo Nacional y Popular
Si se entiende esto que digo, se apreciará algo que viene circulando con énfasis en los medios y en el ambiente político. La llamada re-reelección de Cristina Fernández de Kirchner en el cargo de Presidente de la Nación. "¡Van por todo!" exclaman muchos. Y creo que la doctrina de las trincheras impuesta por ellos da validez a aquella advertencia.
Pero bien, ¿como se logró trazar esta división? Hay un fin para ello. La disposición del poder sin ningún tipo de obstáculo. Esta finalidad se ve entorpecida por aquellas voces críticas que pueden advertir de ello. Además de obstaculizar diversos proyectos en el Congreso que tiendan a fortalecer al oficialismo. Entonces si hay algo que molesta, hay que eliminarlo.
Así se montó una horda de Barones- adictos intendentes y funcionarios que manejan patotas y grupos numerosos- esencial para ganar distritos, y rellenar los huecos que pueda haber en actos partidarios; que tienen una finalidad, demostrar a la sociedad o al televidente la fuerza de masas o popularidad del Modelo. Hay algo muy curioso en esos falsos populachos, son siempres las mismas caras.
Sin embargo, los Barones no bastaban. Entonces se corrompieron a varios legisladores. Pero la cosa aún era insuficiente. "¡Hay que ir por más!" Mientras se desplazaba a los opositores que cayeron en una profunda y cómoda siesta después de triunfar en las elecciones legislativas del año 2009, se logró conformar un aparato de propaganda que logre manejar la opinión pública.
De ahí viene el llamado programa televisivo 678. Una aberración repugnante y hasta cómica de la demagogia del presente gobierno. Un grupo de adulones y mercenarios que utilizan un vocablo apenante, ideas indefendibles, argumentos totalmente contradictorios y falaces. En fin. Quien halla visto aquella fiesta sabe a lo que me refiero. Ya Maquiavelo escribió en su "Principe" la importancia de contar con gente adicta que celebre todo. Pero advierte de que en algún momento cambiarán de filas. Todo es cuestión de dinero y combeniencia.
Ganando gran solidez en el área política, vieron la necesidad de proseguir aquella "profundización" en el ambiente de la cultura y la educación. Se conformó entonces un grupo de intelectuales denominado Carta Abierta. Así podrían combatir a hombres y mujeres letrados que denuncien o critiquen con sólidos argumentos los vicios del "modelo". Un montón de interesados que escriben y hablan lindo para convencer o hacer mudar a aquellos que apenas han leído la mitad de un libro, sobre los beneficios y la popularidad del "proyecto nacional".
Pero esto seguía siendo insuficiente. Había que buscar una manera de llegar al común de la sociedad. Respuesta: la televisión y el futbol.
El Estado se adjudicó el control televisivo de aquel deporte realmente popular. Acción que me parece justa, pues ¿porqué razón el ver a tal o cual club tiene que ser a costa de un arancel extra, capaz de ser abonado por sectores más puedientes y no de manera pública? Ahora el abuso no reside en esto que expongo. El vicio se halla en que cada tres minutos aparece la imágen de Cristina Fernandez de Kirchner, los títulos de las obras públicas que hacen y denominar a los torneos competitivos con el nombre de un político difunto. ¡He ahí el oprobio!
La política del "para todos" es tan amplia como la pobreza en el país. Ello consiste en adormecer a la opinión publica con la idea de una economía pujante y sólida que se demuestra en shoppings colmados de compradores, no importa la inseguridad o el crecimiento de las villas miserias. En que cada holgazán tenga dinero sin siquiera costarle una contribución de esfuerzo, ni de exigencias mínimas. No interesa la dignificación que da el trabajo ni la libertad que otorga una mente educada. Tampoco importa que el Estado se auto engañe dibujando caricaturas sobre los datos del INDEC, datos que la realidad de las góndolas desmienten. ¿Y el respeto republicano y las instituciones? Los super poderes, los DNU, el ministro Moreno o Tomada, los casos de un Schoklender, Jaime, Miccelli, las valijas con coimas de Antonini Wilson, el abrupto crecimiento del patrimonio de la señora Presidente. ¡No! nada de eso importa. Tampoco la educación que cambia de programas educativos como se lo hace de ropa interior o que las escuelas estén colmadas de cucarachas y moho. Al igual que la mente de la población juvenil.
¿Y los derechos humanos? Nada parece inquietarse por una Madre de Plaza de Mayo que está involucrada en casos de corrupción, que no paga los sueldos a los empleados de su fundación o que se proclame a favor de ETA y se alegre de ver derrumbadas las Torres Gemelas sin saber las familias que arruinó los escombros que sepultaron a muchos inocentes ajenos a las ideas del deplorable George Bush. Ella sigue siendo la gran defensora de los derechos humanos y amiga del "modelo nacional y popular"
Mientras los vagos de bajos recursos sigan amamantando su ocio con la teta del Estado, mientras el mediocre de clase media pueda seguir llendo a los shoppings o el empresario siga en opulentos negocios con gente afines al Gobierno, nada importa, nada interesa más que eso. Nos olvidamos de todo, nos dejamos engañar y que la fiesta siga hasta que la crisis nos sorprenda. Entonces ahí diremos ¡que se vallan todos! Sin saber que los que vendrán fueron los mismos que apludieron un gobierno ahora derrumbado.
Goebbels probando una de las radios regaladas
Joseph Goebbels, el ministro de propaganda de la Alemania Nazi, desarrolló su programa en función de dominar las áeras políticas, culturales y educativas del país. Así, solo con migajas podría contentar a la población y manejarla sin ningún tipo de obstáculos. El mismo repartía radios que unicamente sintonizaban emisoras oficiales. Curiosamente aquella distribución se llamaba "radio para todos". Aquel sujeto que fuese en contra de las políticas del regimen nacional socialista era un traidor a Alemania y al Fuhrer, una raza inferior y un cobarde desertor.
Esto es parte de la trinchera que todo gobierno autoritario o ambicioso debe, quiere y tiene que instalar.
Es a simple vista el tejido del "modelo nacional y popular". Sujeto a antojo el área política, la cultura y casi la totalidad de los medios audio visuales de comunicación, la victoria está mas que garantizada.
Aquel Frente de victoria logró trazar las trincheras para poner en contra los unos con los otros. En la disputa con el campo casi le cuesta el gobierno, ahora habrá cuatro años mas de ese Gobierno.
Hoy, no se puede pensar o dudar del progreso de las políticas del kirchnerismo. Hoy si se cuestiona la transparencia y efectividad del proyecto de país, entonces se es un golpista, un fascista, un represor; de derecha, criminal, milico o sedicioso. Esta es la ligereza con que tratan a quienes piensan diferente. ¿Acaso la democracia no se basa en la libertad de pensamientos y elecciones como no sea atentado contra el bien público? ¿No está escrito esto en nuestra Constitución? Si, ¿y? Cada gobierno guarda aquella Carta Magna sobre algún cajón del escritorio, dictando por impulso del capricho y de manera estorciba su propia constitución. Es decir, se hace lo que yo quiero.
Luis XIV gritó una día en su palacio ¡El Estado soy yo! Hoy Cristina Fernández de Kirchner parece vociferar ¡La Democracia soy yo!
Esto es lo que generan las trincheras. División. Una contienda entre dos bandos.
Lo triste es que mientras unos son vencidos y otros vencedores, el país se atraza, se empobrece y ya astiados de tanta indignación queremos otro gobierno. Al que se fué nadie lo voto.
Menem no ganó sus elecciones porque la sociedad fuese neo liberal. Salió triunfador porque la economía permitía (momentánemanete y a costa de un precio muy elevado para el país) darse el capricho de viajar al exterior o adquirir productos importados. Hoy, Cristina Fernandez de Kirchner no obtuvo semejante caudal de votos a razón de la sociedad sea progresista, de izquierda o peronista. Esa continuidad se debe a la economía falsamente próspera y aún tragico fresco recuerdo del año 2001. Quizás "el modelo" prosiga, aún bajo el atropello de modificar la Constitción para una re-reelección hasta que el país pague a altísimo costo el precio de aquella fiesta.
Asesinato de Cayo Julio en el Senado
Cayo Julio Cesar dijo: "Divide y vencerás" Creo que allí reside la doctrina de las trincheras. No obstante, dicho emperador saldó con su pecho ensegrentado aquel abuso.






26 de Octubre del año 2011. Mar del Plata.
La Guardia del Sur.

martes, 4 de octubre de 2011

PANFLETO. El Tambor de Tacuari. 3ra publicación


El Terror de la Inseguridad.
Breve exposición sobre la problemática de la seguridad

El Terror de la Inseguridad. Así decidir titular este artículo. La primera palabra quizás, hace retornar los recuerdos del régimen de Robespierre. Un estado social donde las garantías se disolvían tras el filo de la guillotina ejecutada por el capricho del que una vez llamaron "Maximiliane, el Incorruptible". No obstante, lejos de abocarme a la interesante temática que contiene uno de los sucesos más primordiales de la historia, me centraré en un terror, un estado de impune criminalidad que ningún ciudadano ignora ni queda exento. La inseguridad.
Basta con realizar un breve crucero por los informativos radiales o televisivos. Allí se oirá en reiteradas y hasta cansadas veces las palabras "crimen", "homicidio", "motochorros", "narcos", "se dieron a la fuga", "asesinaron", "brutal saqueo", "secuestro", "robos", etc.
Una infinidad de vocablos afluentes que desembocan al mismo río: La inseguridad que hoy azota las garantías ciudadanas.
Hace no muchos años el país vivió una ola de secuestros que llevó a gran parte de la sociedad a movilizarse en repudio ante semejante atrocidad. Se llenaron plazas, calles. Marchas cada vez más abultadas. La sociedad parecía despertar. Apareció un supuesto ingeniero Blumberg que había sido víctima de tanta criminalidad. Perdió a su hijo. La gente se solidarizó y creyó en él. No mucho tiempo después, todo ese personaje que fabuló el pretendido ingeniero fue una farsa - no el homicidio de su hijo-. La sociedad desilusionada volvió a su siesta. Y Blumberg no aparece por los medios hasta el día de hoy.
Un mes atrás esa siesta parecía terminar. El triste final de la pequeña Candela era ese despertar. Pero, a medida que fueron sucediéndose las informaciones mediáticas y la realidad del tema - un supuesto ajusto de cuentas para con la familia- el sueño volvió a ganar.
Quien camine las calles no puede dejar de apreciar los incontables afiches que lamentablemente lucen las paredes, muros y hasta postes de luz. "Justicia para Ariel", "Justicia para Franco", "Justicia por Dardo"... Un sinnúmero de folletos que ya no deberían circular. ¿La razón? Porque los delincuentes deberían estar pagando aquel salvajismo de dejar una persona sin vida. Un proyecto frustrado. Y una familia consumida por el dolor. Dolor que se inflama por la inoperancia de la Justicia que da más garantías a los malvivientes que a los ciudadanos que no atentan contra la ley, ni sus semejantes.
Las leyes son manchas de tinta sobre un papel. No significa nada para quien las viola. Ni para el funcionario corrupto, ni para el ciudadano infractor, ni para un criminal. Son palabras. Y las palabras como bien dijo alguien se las lleva el viento. Un viento que es soplado por la impunidad y el descaro de dejar libres a quienes deberían estar pagando las consecuencias de sus actos.
Hay que poner un fin a esto. Los delincuentes se mueven con absoluta libertad. Esclavizan con su brutalidad a la sociedad presa del pánico. El terror.
Ya nada es seguro. Todo es peligroso. El miedo va tomando asiento en los ciudadanos. Se levantan rejas en las casas. Perros de porte considerable. Alarmas. Seguridad privada para los más pudientes. Y sin embargo, el malviviente logra burlar eso, escupiendo a la ley, y se lleva consigo el botín, y con ello una vida o más.
Si el Estado no otorga garantías ¿qué hacer al respecto?
Aún no entiendo de como la voluntad política tiene la fuerza para esquivar las leyes, engañar a la sociedad y hasta conservarse en el poder, y es incompetente para enfrentar el común reclamo social de la seguridad.
No debe ser algo muy complejo. Basta tener la capacidad y el vigor para actuar.
La comedia y el absurdo de los pretendidos Derechos Humanos debe aplicarse. ¡Basta de discursos! Esos derechos deben ser para los vivos. Nosotros. ¿Acaso el hombre no se organizó en sociedad para regir un orden y hacer perdurar su conservación? El mayor derecho por excelencia es el derecho a la vida. Asegurando los medios para fecundarla cómodamente. Y la seguridad social es un deber y una obligación. Negar y descuidar esto, es un atropello. Un crimen.
Tengo bronca. Demasiada. El nervio quiere trazar su impulso sobre el papel. Lo dejaré. No ocultaré nada. Mi tono va a ser fuerte, lo reconozco. No ocultaré nada al respecto. Diré las cosas con la mayor crudeza y realismo que creo conveniente. Nadie debe escandalizarse por esto. Es así, y lo creo así. De seguro no faltarán los filántropos, los tontos, o los mediocres que me tilden de fascista, represor, criminal o salvaje. Dejaré que aquellos insulsos se expresen, como yo lo haré a mi criterio.
Comenzaré con la breve exposición.
I – Concepción de la inseguridad. Origen y desarrollo.
¿Qué es la inseguridad? Comúnmente la asociamos o la relacionamos a la delincuencia, a los seguidos robos u homicidios que suceden a diario, y a la pasividad de la Justicia para castigar a los culpables. Es todo un ciclo de conceptos afluentes que desembocan al mismo río: la impunidad. Pero hay algo más.
Propiamente dicho la inseguridad es un estado de incertidumbre y de miedo ante diversos sucesos o realidades vigentes. Donde prevalece ese ánimo nervioso de ver peligrar la conservación de la vida o la integridad personal. Donde las garantías se quiebran o disuelven generando una situación inestable y desordenada.
Traído al ámbito social, lo traduciríamos al libre accionar de los delincuentes bajo la estática operatividad de las fuerzas de seguridad y las leyes, que deben garantizar y velar por el orden de la comunidad.
El estado de inseguridad se va acrecentando proporcionalmente al ímpetu o desarrollo de los actores de la inseguridad. Es decir, el malviviente. Cualquiera sea el rubro en que opere o delinca. (Hurto, robos comunes, asesinatos, secuestros, narcotráfico, etc.)
La inseguridad es ya una enfermedad. Realidad muy distinta a la que expresó un alto funcionario del actual gobierno cuando dijo que se está ante una "sensación de inseguridad" y no un estado respectivamente. Tanta torpeza y estupidez no merece ser contestada.
Continuo. Si se comprende a la inseguridad como un cáncer en acelerado estado de evolución, claramente hay que identificar el tumor que la origina. Aquella célula descompuesta que va pudriendo en resto del tejido social. Y sin grandes reflexiones se puede deducir sencillamente que la inseguridad es producto directo de la pobreza. Pues de ella vienen todos los males que se manifiestan en la sociedad, o al menos los mayores.
La pobreza entendida como la insuficiencia de medios para subsistir crea y da origen a la delincuencia. Y ella al estado de inseguridad. Consecuentemente, casi de forma paralela la inoperancia del Estado en su función de garantizar el orden, hacer justicia mediante las leyes y castigar el delito para mantener la armonía en la sociedad, son medios fértiles para hacer más fecundo los efectos de la delincuencia.
Entendida la realidad de esta patología social, el motor que la origina y el abono que la desarrolla, puede advertirse la teoría práctica de cómo enfrentar este agudo mal. Digo teoría en un sentido simple y superficial – se puede decir- porque el combate contra el delito debe ser la elaboración de un serio proyecto conjunto entre las fuerzas de seguridad, las autoridades políticas y la justicia. Cada parte tiene su función. Y cada parte debe cumplirla acabadamente si se quiere llegar a formar el todo. Este todo tiene como fin devolver al ciudadano la garantía de vivir, de regresar a sus casas sin ser acometidos por aquellos vándalos que hoy disfrutan irónicamente de mayores derechos y goces que el individuo justo que no es un criminal.
II- Continuación del mismo tema.
La principal bacteria que gesta esta enfermedad es la delincuencia. Y se entiende por delincuencia la actividad que se ejecuta contra las leyes, el orden público y el orden moral. Dicha actividad es llevada a cabo por un grupo de individuos derivados de la enfermedad madre (la pobreza) que ven en este rubro la manera sencilla y rápida de obtener lo que el trabajo le da a largo plazo. Si a ello agregamos que el malviviente no es perseguido ni castigado, la delincuencia se fomenta y se expande generando el caos y la impunidad que hoy vivimos.
El criminal se forma en un entorno de pobreza. Donde la insuficiencia de medios para subsistir, las privaciones y hasta la discriminación por parte de otros sectores sociales más pudientes van moldeando un modo común de pensar, obrar, expresarse, sentir, etc. Una especie de subcultura con que se lo identifica, se auto representa y hasta se lo diferencia. (Vestimenta, música, expresiones verbales y motrices)
Ese ambiente de miseria y carencias se centraliza en las villas y barrios marginales. He ahí el hormiguero. El bastión del delito. El semillero o la escuela de los malvivientes. Allí reside el baluarte de los narcos, los saqueadores y homicidas.
La delincuencia tiene un objeto. La apropiación violenta de elementos de valor para su comercialización. Sin embargo hay diversos tipos de delincuencia como los medios que las llevan a acabo. Dista mucho un robo sencillo o hurto, de uno a mano armada. De asaltos a bancos que de piratería del asfalto. De saqueos a comercios y viviendas que el narcotráfico. Todos, pese a la desemejanza de unos con otros, todas son contra las leyes y contra la integridad del ciudadano. Todos merecen condena y castigo. Pero no a todos se lo puede juzgar igual ni combatir de la misma forma. Hay que proceder de acuerdo a las características propias del rubro.
III - La realidad de la droga.
No voy a andar con vueltas en este punto. Creo que las reflexiones al respecto son obvias, evidentes y claras. La droga saca lo peor del hombre. Lo vuelve esclavo del vicio, lo manipula, lo ata, lo marchita de apoco, arrastrándolo por los más sucios y oscuros caminos.
Lo hace semejante a un animal. Impulsivo, feroz y despiadado.
La droga es el abono que fomenta la brutalidad del delincuente. Y hasta veces, el motor que lo mueve a delinquir. Muchos se vuelcan al crimen con un solo fin. Drogarse. Mantener en constancia el subyugador efecto del veneno.
Por los efectos de cualquier estupefaciente de nocivas propiedades se ven lo horrores que los diversos informativos publican. Homicidios, violaciones; golpizas a ancianos, embarazadas y niños. Secuestros, tortura, y destrozos. Cualquier tipo de atropellos desmedidos sin ningún tipo de contemplación a quien es víctima de tanta malicia. Sin importar edad, sexo o condición particular como enfermos o embarazadas.
La droga se halla instalada en la sociedad. Cada vez los jóvenes en más temprana edad - y de cualquier condición social- se vuelcan a ella. Son seducidos por tendencias y los efectos alucinógenos de estos químicos mortales.
La droga hace que muchos pierdan la noción de si mismos. Se sienten vacíos. Ven todos sus proyectos frustrados. Todo se vuelve en su contra. Una avalancha de depresión que los aplasta hasta consumirlos.
Entonces cobra vigor el impulso, la violencia, el vicio. Se producen grietas, luego abismos, que terminan rompiendo la armonía familiar o la poca que pudo haber. Por la droga se dejan los estudios, las ilusiones, las esperanzas. Se borra la persona y surge un espectro descompuesto. Que deambula sin rumbo ni noción de nada.
La droga es ya el mal de la sociedad. El cáncer de la cultura. La moda o tendencia que avasalla a adolecentes, jóvenes y hasta adultos. No distingue rango social, profesión ni nada. Como tampoco hace diferencias la muerte. Que es nada menos el único sendero que lleva esta desgracia. No sin antes pasar por un calvario de sufrimiento, agobio y desencuentro.
La droga hay que combatirla. Ella es, como bien dije, el combustible para que un malviviente tome brutalidad es sus delitos. Es la economía de muchos sabandijas. La razón o causa del narcotráfico.
Hay que tomar certeras y efusivas decisiones para fumigar este mal. Antes que siga arruinando a jóvenes y adultos. Antes que logre instalarse de tal manera que sea imposible su erradicación. Los ejemplos de México, Colombia y hasta Brasil dan exponentes ejemplos que como podríamos terminar. Quizás peor. Un negocio que se vuelve poder, y un poder que toma parte en los gobiernos.
Sin embargo, creo oportuno primariamente exponer algunos puntos para luego abordar nuestro tema.


NOTA: Aquí finaliza la primera publicación del presente escrito. En breve será publicado la segunda parte. La Guardia del Sur.
Mar del Plata, 29 de Septiembre del año 2011.